Los fertilizantes son unas determinadas sustancias que se suelen añadir al suelo o al agua de riego que sirven para proporcionar nutrientes al suelo en el que crecen las plantas y que sirve para mejorar su crecimiento y desarrollo, tanto en especies ornamentales como de producción de frutas y hortalizas.

Sin embargo, debes saber que no todos los tipos de fertilizantes son iguales, y, si te dedicas al cuidado de estos vegetales, es necesario que conozcas los distintos tipos que existen y cómo se deben utilizar correctamente para asegurar un correcto desarrollo de las plantas, ya que algunos de sus efectos nutritivos se pueden anular entre sí e incluso pueden producir sustancias tóxicas y dañinas para los vegetales.

Por este motivo, en este artículo, nos vamos a centrar en hablar sobre los fertilizantes que no se pueden mezclar entre sí, y explicaremos con todo lujo de detalles por qué es crucial tenerlo en cuenta para garantizar la salud y el bienestar de nuestras plantas y árboles, con independencia de que sean frutales u ornamentales. Sigue leyendo si quieres conocer más detalles sobre este tipo de abonos o fertilizantes que puedes aplicar a los arreglos con plantas para regalar.

¿Qué tipos de fertilizantes existen?

Antes de entrar en detalles sobre qué fertilizantes no se pueden mezclar, es importante que comprendas los diferentes tipos de abonos que existen. Los fertilizantes se pueden clasificar en varios grupos dependiendo de su origen y de su composición. Entre ellos, por un lado, encontramos los fertilizantes orgánicos, como el compost, el estiércol, el humus de lombriz o el abono verde, que son los que provienen de materiales naturales en descomposición que se suelen encontrar en el propio suelo.

Entre ellos, podemos mencionar los restos de bacterias, de hojas caídas, legumbres, hongos, insectos, algas, ácaros, etc. Se caracterizan por ser ricos en nutrientes orgánicos que se integran en el suelo y que proporcionan gran parte del alimento que necesitan los vegetales no sólo para sobrevivir, sino para desarrollarse al máximo de sus posibilidades. Estos son los más sostenibles que puedes encontrar en el mercado, ya que no están elaborados a partir de procesos químicos y se pueden utilizar para fertilizar el terreno de una manera lenta y gradual, no son tóxicos y son respetuosos con el medio ambiente.

Por otro lado, nos encontramos con los fertilizantes inorgánicos, que también son conocidos como “fertilizantes químicos«, que se elaboran de manera artificial y que suelen contener formas concentradas de macronutrientes, como el fósforo, el potasio y el nitrógeno.

Estos pueden llegar a ser tóxicos con los ecosistemas si los utilizamos directamente en el terreno, ya que pueden contaminar las aguas subterráneas y no son respetuosos con el medio ambiente. Fertilizan el suelo de una forma rápida e inmediata para poder incrementar la producción agrícola, pero un exceso de este tipo de abonos puede degradar el suelo al elevar demasiado los niveles de acidez.

¿Por qué algunos tipos de fertilizantes no se pueden mezclar?

La razón principal por la que algunos tipos de fertilizantes no se pueden mezclar entre sí es porque algunos pueden reaccionar químicamente y formar compuestos nocivos para las plantas y otros pueden anular sus efectos entre ellos al combinarse. Además, la combinación incorrecta de fertilizantes puede alterar el equilibrio del terreno y causar daños a largo plazo en el ecosistema, empobreciéndolo.

Por ejemplo, debes tener en cuenta que cada fertilizante posee una solubilidad determinada máxima por cada litro de agua dependiendo de otras variables, tales como la temperatura. De hecho, a medida que hace más calor, la solubilidad de estos abonos también se ve incrementada. Por este motivo, hay que tener en cuenta la dosificación de cada tipo de fertilizante por separado teniendo en cuenta la compatibilidad entre ellos, ya que algunas mezclas pueden dañar las plantas e incluso llegar a obstruir las líneas de riego. Sin embargo, hay algunos que sí se pueden mezclar y que, combinados, proporcionan mejores resultados.

Del mismo modo, la mezcla de fertilizantes incompatibles también puede alterar el PH del terreno, lo que puede alterar la capacidad de absorción de los nutrientes por parte de las plantas e incluso puede hacer que algunas plantas no puedan crecer si la acidez del suelo es demasiado alta o demasiado baja.

¿Qué tipos de fertilizantes no se pueden mezclar entre sí?

Como hemos mencionado más arriba, existen algunos tipos de fertilizantes que no se pueden mezclar entre ellos, debido a que pueden dañar el terreno y las plantas, obstruir las líneas de riego, así como también pueden anularse entre ellos. Por ello, creemos que es muy importante tener en cuenta que algunos no se pueden combinar si buscas que tu terreno sea fértil a largo plazo y quieres cuidar tus vegetales con mimo.

Fertilizantes nitrogenados y calcáreos

Los fertilizantes que contienen altas concentraciones de nitrógeno, como el nitrato de amonio o la urea, no deben mezclarse con aquellos que contienen calcio. Esta combinación puede producir reacciones químicas que forman compuestos como el sulfato de amonio y el nitrato de calcio, lo que se puede traducir en un incremento de la salinidad del terreno y reducir la absorción de nutrientes por parte de las plantas, impidiendo su correcto desarrollo.

Fertilizantes fosfatados y calcáreos

Los fertilizantes que contienen fósforo, como el superfosfato o el fosfato monoamónico, tampoco deben mezclarse con fertilizantes calcáreos. Al igual que con los fertilizantes nitrogenados, esta combinación puede dar lugar a la formación de precipitados de fosfato de calcio que también afecta de forma negativa a la absorción de nutrientes por parte de las plantas.

Fertilizantes ácidos y alcalinos

Es importante tener en cuenta que algunos fertilizantes sirven para regular el PH del suelo, añadiendo o restando acidez. Sin embargo, una mezcla de ambos puede producir desequilibrios en el suelo e incluso neutralizarse mutuamente, lo que puede proporcionar un PH muy inestable e incluso variable por zonas, lo que es totalmente desaconsejable para el crecimiento de las plantas. Por ello, recomendamos aplicar ambos tipos de fertilizantes por separado y con cuidado para controlar correctamente la acidez o alcalinidad del suelo.

Fertilizantes con microorganismos y fertilizantes químicos

Los fertilizantes que contienen microorganismos beneficiosos para el suelo, como los biofertilizantes o los abonos orgánicos, pueden no ser compatibles con ciertos fertilizantes químicos que pueden dañar o matar a estos propios microorganismos beneficiosos.

Asimismo, pueden terminar dañando la respuesta de las plantas al estrés, lo que puede producir que se vuelvan más vulnerables a la acidez del suelo u otros factores, tales como la respuesta a la exposición solar o a temperaturas extremas. Por lo tanto, es importante que utilices estos productos de manera separada y seguir las recomendaciones del fabricante para disfrutar de sus beneficios.

En resumen, podemos concluir este artículo diciendo que el hecho de conocer qué fertilizantes no se pueden mezclar entre sí resulta fundamental para garantizar el crecimiento saludable de nuestras plantas y evitar posibles daños en el suelo y el medio ambiente a corto, medio y largo plazo. Es importante que sigas las recomendaciones del fabricante y que consultes a un experto si no estás seguro de cómo combinar diferentes tipos de fertilizantes. Al hacerlo, puedes asegurarte de que tus plantas están recibiendo los nutrientes que necesitan de manera segura y eficaz para que sigan creciendo y desarrollándose de forma segura.