Los ramos de flores suelen ser un bonito regalo para mostrar el respeto y la admiración por otras personas y una genial manera de alegrar el día a nuestros seres queridos. Además, son una de las mejores ideas para decorar cualquier estancia de nuestro hogar, ya que, con sus bellos colores, con la alegría y el toque de naturaleza y elegancia que proporcionan.
Sin embargo, las flores frescas necesitan algunos cuidados especiales para mantenerse en buen estado durante más tiempo. Esto se debe a que, en principio, desde el momento en que cortamos una flor, esta empieza a degradarse poco a poco. Salvo que realicemos alguna medida para preservarla o conservarla visualmente fresca durante más tiempo, estas empiezan a marchitarse y secarse.
Por ello, para el mantenimiento de las flores frescas es necesario cortarlas en bisel y ponerlas en un jarrón o recipiente con agua y alimento para flores, que puedes elaborar en casa añadiendo una cucharada de azúcar, un chorro de vinagre y una cucharada de bicarbonato de sodio al agua donde pones estas flores cortadas.
Por supuesto, también debes cambiar el agua a diario para mantenerlas hidratadas y evitar la proliferación de microorganismos, así como tener cuidado con las corrientes de aire, ya que aceleran el proceso de degradación. Y, a pesar de todo, en un par de semanas, todas las flores se habrán marchitado a pesar de los esfuerzos que realicemos.
Sin embargo, no todas las personas tenemos el tiempo libre necesario para conseguir que estas flores se mantengan, aparentemente, frescas durante unas semanas. Por este motivo, hay personas que suelen recurrir a la liofilización de las flores, que es uno de los métodos más eficaces para conseguir que estas se mantengan visualmente frescas durante años.
¿Qué es la liofilización de las flores?
Si te preguntas qué es la liofilización de las flores, podemos decir que se trata de un proceso mediante el cual las flores se deshidratan para conseguir que, visualmente, se mantengan intactas durante bastante más tiempo del que duran realmente cuando están frescas tras ser cortadas y sin tratar de preservarlas de ninguna manera.
Existen tres maneras distintas de conseguir deshidratar las flores que suelen crear bastante confusión y que creemos conveniente aclarar. El primero de ellos es el secado natural al aire. Para conseguirlo, debes colgar las flores boca abajo durante dos o cuatro semanas en un lugar cálido, oscuro y seco del hogar y que cuente con buena ventilación.
Otras técnicas de secado natural incluyen el uso de un libro, un microondas e incluso de un horno para conseguir conservarlas en buenas condiciones durante mucho tiempo. Sin embargo, es cierto que este primer procedimiento de deshidratación proporciona flores bastante endebles que se pueden romper con mucha facilidad.
Otro procedimiento es la preservación, para la que se utiliza un producto químico, como, por ejemplo, la glicerina para que se mantengan intactas con sus características originales, incluyendo su elasticidad y su textura aterciopelada. Simplemente, se sustituye la savia por este químico y se obtienen flores preservadas.
El tercer procedimiento es la liofilización, que consiste en un procedimiento mediante el que obtenemos flores congeladas que, posteriormente, se introducen en el horno para conseguir que el agua se evapore conservando totalmente la estructura de la flor durante años. De hecho, si las cuidas bien, estas pueden llegar a durar toda la vida.
¿Cómo se realiza el proceso de liofilización de las flores?
El proceso de liofilización de las flores puede ser bastante complicado de realizar y, para conseguir resultados óptimos, recomendamos que lo realice un experto, ya que las flores se pueden dañar a lo largo del proceso. Este se basa en eliminar correctamente la humedad que estas guardan en su interior y de una máquina determinada que proporciona las condiciones óptimas para conseguirlo.
La máquina de liofilización es un equipo de uso industrial que se suele utilizar para deshidratar alimentos gracias a su capacidad para eliminar la humedad de los productos a través del secado en frío. La liofilización de las flores funciona de la misma manera, ya que se introducen las flores en una serie de cajones que se introducen dentro de la cámara de la máquina, que suele tener forma cilíndrica.
Una vez cerrada, programa una temperatura inferior a -40ºC para que se congele rápidamente, hecho que se acelera gracias a que también funciona como una bomba de vacío durante, aproximadamente, 2 semanas. Posteriormente, se deben meter en un horno a una temperatura suave para que la humedad que estas contengan se evapore. Cuando las sacamos del horno, obtendremos nuestras flores liofilizadas y podremos realizar todo tipo de composiciones de ramos y bouquets de flores para decorar o regalar con ellas.
En conclusión, podemos decir que la liofilización de flores es un proceso efectivo que sirve para preservar la belleza de las flores durante años, manteniendo su forma, color y textura originales. Aunque puede ser complicado realizarlo correctamente y requiere de habilidad y experiencia, te aseguramos que los resultados merecen la pena, especialmente si quieres disfrutar de la belleza de las flores como parte de la decoración de tu hogar. Con la liofilización, es posible crear arreglos florales duraderos que pueden convertirse en regalos únicos y originales para cualquier ocasión.