Si eres una de esas personas que cuida con esmero de sus plantas, seguramente sabrás que con la llegada del verano hay que extremar las precauciones. Las temperaturas suben, el ambiente se vuelve más seco y la incidencia de los rayos solares UV es mucho más intensa que en otras estaciones del año. Todo esto puede afectar negativamente a la salud de tus plantas, sobre todo si están situadas en lugares donde reciben luz solar de forma directa durante muchas horas al día.
Las especies que están adaptadas a zonas de sombra o semisombra, o aquellas que requieren ambientes húmedos, suelen resultar especialmente vulnerables. Por ello, sus flores, hojas e incluso los tallos pueden quemarse con facilidad si no tomamos medidas. Afortunadamente, existen formas eficaces de proteger las plantas del sol y, en caso de sufrir daños, de actuar a tiempo para curarlas. Por este motivo, en este artículo, desde Floristería Morris, te vamos a contar todo lo que necesitas saber sobre cómo recuperar una planta quemada por el sol paso a paso. ¡Te invitamos a seguir leyendo si quieres conocer los detalles!
¿Cómo detectar una planta quemada por el sol?
Detectar una planta quemada por el sol no siempre suele ser difícil, debido a que, a veces, sus síntomas pueden confundirse con los de otras afecciones, como la falta de riego o algunas plagas. El primer indicio suele ser la aparición de manchas amarillas o decoloraciones en las hojas. Si la exposición a la luz solar continúa, los bordes de estas hojas se vuelven marrones y empiezan a secarse. En fases avanzadas, las hojas se marchitan completamente y empiezan a caer una detrás de otra hasta que el ejemplar se seca por completo.
Las hojas de plantas quemadas por el sol suelen tener un aspecto seco, chamuscado, con las puntas quebradizas o curvadas hacia dentro, y, además, es habitual que la planta presente un aspecto decaído. En ocasiones, incluso pueden verse tallos deshidratados o de color blanquecino si el daño ha sido muy intenso. Reconocer estos síntomas a tiempo es un factor fundamental a tener en cuenta, especialmente, si te preguntas cómo recuperar plantas quemadas por el sol con éxito.
¿Cómo proteger las plantas de las quemaduras del sol?
Antes de hablar de cómo curar una planta quemada por el sol, es fundamental saber prevenir este problema. Para proteger tus plantas del sol, lo primero que debes hacer es conocer bien las necesidades lumínicas de cada especie. Algunas de ellas, como las margaritas, los girasoles, los rosales o los claveles, necesitan muchas horas de luz solar directa para crecer sanas y florecer.
En cambio, muchas especies de plantas tropicales, como la calathea, la maranta, la monstera o la chamaedorea, son mucho más sensibles y prefieren vivir en ambientes de semisombra para desarrollarse. Si tienes plantas de interior o tropicales, te recomendamos que no las ubiques en zonas donde reciban sol directo durante las horas centrales del día. Puedes colocarlas cerca de ventanas orientadas al norte o este, donde la luz es más suave, y usar cortinas finas o estores para tamizar la luz.
En exteriores, una buena estrategia que puedes seguir es situarlas a la sombra de otras plantas más resistentes, de muros o paredes, o emplear mallas de sombra que reduzcan la intensidad del sol y que ayuden a disminuir la temperatura ambiental. Además, en casos extremos, puedes aplicar un protector solar específico para plantas, un producto que actúa como filtro contra los rayos ultravioleta y ayuda a evitar daños en el follaje durante la temporada estival, que es la que más riesgo presenta.
¿Cómo recuperar plantas quemadas por el sol?
Sabemos que, muchas veces, cuando detectamos que nuestras plantas están empezando a marchitarse, es natural ponerse nervioso y no saber qué hacer. Por ello, si quieres saber cómo revivir una planta quemada por el sol, a continuación, vamos a tratar de proporcionar una especie de guía con pasos a seguir para ayudarte a frenar su degradación y promover su regeneración.
Ubica las plantas en un lugar de semisombra
Si ya es demasiado tarde y tu planta ya presenta signos evidentes de quemaduras solares, es momento de actuar. Saber cómo recuperar una planta quemada por el sol puede marcar la diferencia entre salvarla o perderla. Lo primero es retirar de inmediato el ejemplar de la fuente de luz directa y colocarla en un lugar más protegido, preferiblemente con buena ventilación y luz indirecta. Esto evitará que el daño continúe avanzando. Por ejemplo, puedes ubicarla en un mueble del salón donde reciba la luz de forma indirecta, como hemos comentado más arriba.
Poda las hojas dañadas de tu planta quemada por el sol
El siguiente paso es podar con cuidado las hojas dañadas. Gracias a ello, no sólo podrás mejorar instantáneamente el aspecto de la planta, sino que también evitarás que esta siga destinando energía a partes irrecuperables. Recomendamos utilizar tijeras limpias y desinfectadas para realizar los cortes por las zonas sanas del tallo o de las hojas.
Asegúrate de que tenga la humedad adecuada
La hidratación de las plantas tras sufrir quemaduras solares también es un factor esencial. Algunas personas piensan que lo mejor es regar mucho cuando ven una planta quemada, pero no siempre es así. Debes adaptar el riego a las necesidades específicas de la especie de vegetal en cuestión.
A veces es mejor pulverizar agua sobre las hojas para aumentar la humedad ambiente, sobre todo, si hablamos de recuperar plantas tropicales. Además, si lo complementas añadiendo al sustrato un fertilizante suave o un abono orgánico puede ayudar a la regeneración celular y promover la aparición de nuevas hojas sanas.
Paciencia: con el tiempo empezarás a ver los resultados
El tiempo que se tarda en recuperar una planta quemada por el sol puede variar enormemente dependiendo de la especie y la gravedad de los daños de las quemaduras. Algunas especies de crecimiento rápido pueden mostrar signos de recuperación en pocas semanas. Sin embargo, si hablamos de especies de crecimiento lento, como la chamaedorea, la areca o la kentia, el proceso puede alargarse durante varios meses o incluso más de un año.
Por este motivo, si te preguntas cómo revivir una planta quemada por el sol, es importante que tengas paciencia, que seas constante y que le proporciones mucha atención y cuidados. Si los daños no son muy extremos, no tenemos ninguna duda de que tarde o temprano, empezarás a ver los resultados.
Si las quemaduras están muy extendidas no podrás recuperarla
Por supuesto, también debemos decir que hay situaciones en las que, pese a todos los esfuerzos, no es posible recuperar la planta. Si la mayor parte de las hojas se han quemado y los tallos están secos, puede que sea mejor adquirir una nueva planta o plantar otra. Este tipo de daños se producen, como hemos mencionado, sobre todo en especies que no están adaptadas a la luz solar directa y que exponemos al sol en los meses de verano, cuando la radiación ultravioleta es especialmente intensa.
Algunas plantas que soportan estar al aire libre en primavera u otoño, simplemente no resisten las condiciones estivales sin un poco de sombra y una humedad ambiental relativa. En Floristería Morris, que contamos con dos tiendas físicas en Valencia capital y un servicio online de calidad con envíos internacionales los 365 días del año, sabemos lo importante que es mantener tus plantas sanas y hermosas en cada estación.
Si tienes dudas sobre cómo recuperar una planta quemada por el sol o necesitas recomendaciones específicas sobre cómo proteger tus plantas del sol este verano u otros problemas relacionados no dudes en echar un vistazo a otros artículos que tenemos disponibles en nuestro blog, como este artículo sobre cómo cuidar plantas en invierno.
Para finalizar este artículo, queremos recordar que la prevención es la mejor estrategia. Conocer las necesidades de cada planta y actuar a tiempo puede evitar que se dañen de forma irreversible y terminen secándose por completo. Pero si ya ha sufrido daños, ahora sabes cómo curar una planta quemada por el sol, paso a paso. Y si lo que necesitas es volver a empezar, en nuestra tienda encontrarás una amplia gama de plantas para alegrar tu hogar con un toque de naturaleza.