No tenemos ninguna duda de que las flores son uno de los productos de mayor belleza que nos regala la naturaleza. Solemos encontrarlas en la naturaleza, especialmente, cuando llega la primavera y, por supuesto, nos llaman la atención por sus llamativos colores, así como por su aroma. En la naturaleza podemos encontrar infinidad de tipos de flores distintas, de tamaños, formas y tonalidades de color distintas.

Por este motivo, los seres humanos las hemos utilizado a lo largo de la historia como ofrenda, tanto como muestra de aprecio a nuestros seres queridos, como a los dioses y para honrar la memoria de las personas que han fallecido. Por supuesto, también se han utilizado para decorar nuestros hogares y nuestros jardines, desde el punto de vista ornamental y estético. Por ello, se utilizan flores de distintos colores, tamaños y formas para crear composiciones distintas, como ramos, arreglos florales, etc.

Ahora bien, aunque pueden proporcionar alegría y belleza a cualquier espacio, una vez que se cortan, las flores frescas tienen una vida útil limitada, que puede variar entre unos días a varias semanas. Afortunadamente, existe una solución efectiva para prolongar su belleza y disfrutar de ellas por más tiempo: secarlas. Sigue leyendo si quieres aprender a secar flores.

¿Qué son las flores secas?

Secar flores es una técnica tradicional que ha sido utilizada durante siglos para preservar la belleza de las flores y crear arreglos duraderos para decorar el hogar o para entregar como ofrenda. En rasgos generales, podemos decir que se trata de flores naturales que han sido sometidas a un determinado proceso de deshidratación.

Existen varias técnicas diferentes para conseguir resultados bastante similares que ayuden a preservar la belleza natural de este tipo de productos de la naturaleza. Por este motivo, en este artículo, te vamos a mostrar varios métodos prácticos para que secar flores en casa y conservar su encanto natural no sea un misterio para ti. Sigue leyendo si quieres descubrir algunas maneras efectivas de lograrlo.

¿Cómo secar flores con laca?

Si te preguntabas “¿cómo secar flores naturales sin perder el color?”, debes saber que la laca que se utiliza para el pelo se posiciona como un método bastante popular para secar flores, ya que, gracias a esta técnica es posible preservar su forma y color de una manera muy efectiva. Para secar flores con laca, tan sólo necesitas un aerosol de laca transparente y disponer de flores frescas a tu elección.

Te recomendamos elegir las flores frescas más bonitas y libres de imperfecciones que encuentres, ya que la intención es crear un ramo de gran belleza que dure años decorando nuestro hogar o que puedas regalar a una persona que admires o a la que tengas especial cariño.

Tras realizar la selección, debes colocarlas en una superficie plana y pulverizar con la laca de manera uniforme, asegurándote de que estás cubriendo todas las partes de las flores e incluso las hojas. Deja que la laca se seque completamente antes de retirar las flores de esa superficie. Una vez que estén completamente secas, tus flores estarán listas para usar en arreglos florales para regalar o como decoración para alegrar cualquier rincón triste del hogar. Sin duda, es una de las mejores maneras de lograrlo.

Cómo secar flores con sal

Secar flores con sal es otro método bastante sencillo y económico que permite preservar la forma y el color de las flores secas de una manera razonablemente efectiva, a pesar de que no es el mejor método para conservarlas durante mucho tiempo, ya que no las seca por completo, sino que permite alargar su vida útil varios días o semanas más allá de lo que suelen durar las flores frescas.

Para secar flores con sal, tan sólo necesitas un cuenco, sal y, por supuesto, tus flores frescas favoritas para secar. Para ello, debes llenar el cuenco de agua y echarle varias cucharadas de sal, llenando el fondo del recipiente con una capa delgada de sal. Posteriormente, debes mezclar hasta que la sal se disuelva en el agua.

Luego, lo ideal es introducir las flores en el recipiente de agua y sal, asegurándote de que estas no se toquen entre sí y déjalas reposar durante unas doce horas. Pasado este tiempo, ya puedes retirarlas y colocarlas en un paño limpio o en papel de cocina para eliminar al máximo la humedad.

La sal permite que los pétalos mantengan su forma y color durante más tiempo, pero, como hemos comentado, no es un método que garantice que duren durante años, sino que, como mucho, podrán llegar a durar algunos meses. De esta manera, podrás utilizar estas flores para decorar cualquier rincón aburrido de tu hogar. No obstante, si te preguntabas cómo secar flores naturales sin perder el color, esta es una de las mejores maneras de conseguirlo.

Cómo secar flores en libros

Secar flores en libros es el método más clásico y tradicional que existe, ya que, sorprendentemente, ha sido utilizado durante siglos para preservar la belleza de las flores de manera natural. Si te preguntas “¿cómo secar flores en libros?”, debes saber que necesitas un libro grueso y pesado, papel absorbente —para evitar que las páginas se manchen— y las flores frescas que más te gusten.

Te aconsejamos abrir el libro —preferiblemente una enciclopedia o un diccionario— por la mitad y colocar una hoja de papel absorbente en cada página. Luego, coloca las flores entre las páginas del libro, distribuyéndolas de manera uniforme. Posteriormente, debes cerrar el libro y colocar objetos pesados —puedes poner otros libros o un pisapapeles— ​​sobre él para añadir presión.

Este proceso requiere de bastante paciencia, ya que debes dejar que las flores se sequen durante una o dos semanas. Cuando haya pasado el tiempo, ya puedes retirarlas con precaución para no romperlas. Como resultado, tus flores secas favoritas conservarán su forma y color y estarán listas para usar en tus proyectos de decoración.

Cómo secar flores con glicerina

Por supuesto, la glicerina es un agente humectante que se utiliza para secar flores preservando su color y textura consiguiendo lo que se conoce popularmente como “flores preservadas”. De hecho, como la glicerina sustituye a la savia, no se secan realmente, sino que mantienen la humedad durante años, por lo que es uno de los métodos más sorprendentes y efectivos que existen.

Para secar flores con glicerina, tan sólo necesitas una solución de glicerina y agua, un recipiente hermético y flores frescas. Para empezar, debes mezclar glicerina en agua a una proporción de una parte de glicerina cada dos partes de agua y depositar la mezcla en un recipiente hermético. Con ello, obtenemos una solución altamente hidratante que es capaz de sustituir la savia del interior de las flores, manteniendo sus propiedades prácticamente intactas.

Posteriormente, te aconsejamos sumergir las flores en esta solución de glicerina y agua, asegurándote de que estas quedan cubiertas por completo. Deja que las flores se empapen con la solución durante una o dos semanas. Pasado este tiempo, ya puedes retirarlas y dejarlas secar al aire libre durante varios días. Gracias a este proceso, tus flores secas tendrán un aspecto natural y podrás utilizarlas para elaborar arreglos florales y ramos.

En definitiva, podemos decir que secar flores es una de las mejores maneras de preservar la belleza de este tipo de productos de la naturaleza y disfrutar de ellas durante mucho tiempo. Con independencia de que elijas secar flores con laca, sal, libros o con glicerina, cada método tiene sus propias ventajas y proporciona resultados únicos, por lo que merece la pena tenerlos en cuenta.

Te aconsejamos que experimentes con las diferentes técnicas y que encuentres la que mejor se adapte a tus necesidades y preferencias. Con un poco de práctica y paciencia, estamos totalmente seguros de que podrás crear hermosos arreglos florales originales para regalar y decoraciones que añadirán un toque extra de alegría a tu vivienda.